Cuando menos tenemos un vampiro en el hombro que nos chupa la sangre y cuando más prestas servicios gratuitos al Estado para demostrar tu valía, cuando menos te lo esperas te enfrentas a un estilo sectario de entender una profesión (o eres de la familia o no te comes un colín) y todos los días te preguntas por qué no avanzas, por qué estás estancado.
Pero como diría Jack el destripador, vamos por partes:
El Estado nos impone impuestos
El Estado ofrece los servicios que prestas de manera gratuita
El Estado no te reconoce si no estás afiliado o asociado o registrado a “la familia”.
Todo muy legal. Coherente incluso para las mente ordenadas y pulcras.
Pero, bajemos a la realidad.
Emprender como Mediador requiere pagar impuestos.
Emprender como Mediador supone ver cómo el Estado crea Servicios de Mediación gratuitos.
Emprender como Mediador supone tomar la decisión de formar parte o no de una Asociación Nacional.
Del resto que cada uno cuente su historia. Yo por lo que me toca MANIFIESTO:
1.- Que el Poder de Resolver Conflictos le pertenece al que los crea o los tiene y no al Estado.
2.-Que ese Poder puede cederse a otras personas u organizaciones como el Estado, siendo de obligada cesión los que tienen que ver con lo que denominamos el Derecho Penal y las Jurisdicciones que tenga que ver con la Seguridad Ciudadana.
3.-Que los ciudadanos tienen el derecho de organizarse para resolver los conflictos que les atañen en el marco jurídico que entre todos nos hemos dado y con respeto a los principios constitucionales de las Declaraciones Internacionales y Constitucionales que hemos suscrito a las que nos debemos bajo los principios de pluralidad y libertad de asociación.
4.-Que el Estado puede y debe amparar a los ciudadanos que por la falta de recursos económicos y patrimoniales no puedan costearse la resolución de los conflictos en los que está implicado mediante un sistema de apoyo y subvención a las personas o entidades que en el mercado prestan servicios de Medios Alternativos de Resolución de Conflictos.
5.-Que entre todos podemos crear, generar e impulsar medios autocompositivos y alternativos de resolución de conflictos para lo que podemos promover formaciones especializadas y específicas de habilidades y capacidades a las que se pueda acceder desde los sistemas educativos básicos y primarios para generar verdades “ciudadanos mediadores”.
Mientras no cambie el panorama los Mediadores estaremos durmiendo con nuestro peor enemigo y, además, como de cama estamos hablando, cuando se lo cuentas, como está dormido no se entera.